Y ES TAL CUAL LO PERCIBMOS…
Con una experiencia de más de 20 años de actividad a
través de cortometrajes, documentales y algún otro largo no estrenado en
Argentina, llega este representante cabal del nuevo cine europeo, más
precisamente rumano, con un film absolutamente personal en lo formal. Amante de
la cámara fija, en el round final de una película de casi tres horas se da el
gusto de narrar con ella una escena de aproximadamente 40 minutos de duración.
No hay dudas que Jude tiene muy en claro el tipo de cine
que busca realizar. Es hijo del cine del Este y como tal, privilegia la imagen
sobre el discurso. En consecuencia, su film es absolutamente personal, y sus
formas narrativas son directas y concisas. De hecho, la escena aludida nos deja
tan desconcertados con su ritmo como su capacidad de darnos una mirada
cinematográfica pura tratando de generar un fresco sobre una época que sin
lugar a dudas no quedara escrita en la historia de la humanidad.
Jude prende todas las señales de alerta que puede desde
su cine para que nos demos cuenta que estamos viviendo mal y que posiblemente,
esta decadencia que deja ver desde su Rumania natal, más precisamente su
capital, Bucarest sea global.
El film nos habla a través
de una mujer taxista en la era Ceaușescu, mostrando la realidad de una mujer
llamada Angela (Ilinca Manolache), que trabaja como asistente de producción de
una compañía de cine que se pasa el día andando en auto haciendo castings y
realizando trámites.
Desde su inicio hasta el final, se sostiene vagabundeando por las calles, metiéndose
en todos lados, logrando no solo filmar sino captar con un estado de cosas que
no dan otra visión que la desesperación social que genera una falta absoluta de porvenir.
No se trata de un film para disfrutar aunque su riqueza
narrativa, su fluidez y sobre todo la claridad de su mensaje nos deja pensando
y reflexionado sobre lo que estamos viendo. Refleja un estado de situación
preocupante porque el film, si bien tiene un andamiaje convencional de
comienzo, desarrollo y final, transcurre
básicamente en la calle, y su carácter es documentalista.